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St. Lawrence Hall. Toronto Public Library (*) |
El tamaño de una experiencia piloto
No hay una norma fija para el tamaño de una prueba piloto, pero cualquier cosa entre el 1% y el 15% luce razonable. La transición completa a la hiperautomatización RFID siempre implica una inversión significativa y normalmente dura más de un año por lo que desarrollar la experiencia piloto siempre suele ser recomendable, independientemente de las consideraciones de presupuesto.
Por sólo poner un ejemplo, el Sistema de bibliotecas publicas públicas de Toronto está entre los sistemas bibliotecarios más ocupados del mundo, 17.5 millones de personas visitan un centenar de bibliotecas y piden prestado cerca de 31 millones de ítems (Ver detalles). Pues bien, en su proyecto piloto, realizado para el 2006, involucró a sólo dos bibliotecas del sistema (Más detalles), es decir, al 2 % de las bibliotecas de la red. De esta manera ganó la experiencia para desarrollar hiperautomatización en el resto del sistema a los niveles de hoy en día.
Otros ejemplos: El consorcio de bibliotecas públicas ALIS (Automated Library Information System) (Ver detalles) del Condado de Nassau en New York inició este año (2010) un proyecto piloto en seis de sus 54 bibliotecas: el 11 % de las bibliotecas del consorcio. La Biblioteca Regional Riverina en NWS, Australia, tiene 13 bibliotecas en su red (detalles). Desarrolló un proyecto piloto en su biblioteca central (el 8 % del total de bibliotecas) durante el período 2007-2008, que fue la base de la extensión a toda la red emprendida en el 2008-2009.
Estos ejemplos están alineados con las tendencias que hemos venido presentado y con los porcentajes que expresamos arriba sobre el tamaño adecuado de una experiencai piloto.
Conclusión
Mientras más etiquetas RFID se puedan colocar en un proyecto piloto es mejor, porque la prueba se realizará en condiciones más reales y se pueden apreciar mejor las ventajas y las dificultades, pero extender el número de etiquetas es uno de los elementos que agrega significativamente magnitudes en el costo y el tiempo de implementación del proyecto piloto, por lo que hay decidir un punto razonable. Una universidad o una red de bibliotecas puede hacer un piloto que incluya inicialmente sólo una o que sea un subconjunto bastante menor que el total de sus bibliotecas. Una biblioteca puede hacer un piloto con una pequeña porción de su colección, escogida con algún criterio, por ejemplo, una sala o, alternativamente, un conjunto dado, como los libros de más demanda.
Independientemente del tamaño de la experiencia piloto es conveniente involucrar en ella a todo el personal, de esta manera se crean las condiciones idóneas para las fases siguientes de extensión de la hiperautomatización a toda la red o a toda la biblioteca..
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