viernes, 30 de noviembre de 2012

La coherencia en la interfaz es fundamental

Muchas veces las personas no se caen por casualidad,
sino como consecuencia de un detalle mal diseñado
o mal construido
 (imagen tomada de http://www.ccohs.ca/oshanswers/safety_haz/)

La coherencia es la cualidad que expresa la ausencia de contradicciones. La relación conectada de unas cosas con otras. La lógica respecto a lo anteriormente mostrado. Una interfaz de usuario coherente le proporciona a éste una manera consistente de trabajar, de hacer las cosas, de relacionarse con un sistema, de autenticarse, de buscar información, de recuperarla, de cambiar su presentación. Así pues, uno puede preguntarse, con mucho sentido, hasta que punto la coherencia es importante, por qué lo es y cómo se trabaja esta importante cualidad en el proceso de desarrollo de una solución de gestión de información.

Muchos hemos visto a alguien que se cae en unas escaleras en un ambiente público. Sin embargo, son pocos los que han tenido la oportunidad de participar en una reflexión de por qué una persona se cayó. Una actividad siempre conveniente porque, con cierta probabilidad, la escalera donde alguien se cae no es completamente consistente y es posible que haya algo estructural en ella que no funcione bien.

No siempre, desde luego. Una persona puede caerse porque estaba mareada o por cualquier otra condición interna, permanente o circunstancial, pero en todo caso independiente del entorno. Pero hay muchos casos en que lo que ocurre es que los incidentes se producen allí donde hay una cierta falta de coherencia. Si hay un punto de la carretera donde los vehículos chocan con más frecuencia, allí hay un problema. Otra vez en el caso de la escalera, un escalón que tiene una altura o un ancho diferente al resto suele ser el responsable de muchas caídas. ¿Por qué?

Porque hay un momento en que las personas suben o bajan guiadas por un cerebro que confia en que lo que sigue es análogo a lo anterior y no se requiere más procesamiento. Este es un comportamiento que en general funciona, pero no en el caso de incoherencias como un escalón que aparenta ser igual pero es distinto.

En estos días observamos a una persona mayor intentando usar un teléfono celular inteligente con un sistema operativo de última generación que lucía muy funcional y consistente. El móvil tenía además una interfaz táctil moderna con capacidad de reconocer múltiples toques simultáneos. La persona en cuestión aprendía a manejar el dispositivo a pesar de que era realmente diferente a toda su experiencia previa en el uso de teléfonos, fijos o móviles. La interfaz táctil era una novedad completa, que a veces requería de él tocar la pantalla, pero otras veces desplazar el dedo sobre ella, respondiendo a los cambios de la información presentada. El punto es que nuestro usuario, de la tercera edad, le costaba recordar como era que agregaba una personas a su lista de contactos. Lo vimos usar su nuevo teléfono y comprendimos el problema: La función de agregar usuarios, básica por demás, presentaba una discontinuidad en la interfaz. Tenía sólo un icono, sin una palabra descriptiva como el resto de la interfaz. En dos palabras: ¡era incoherente!

Seguramente un usuario con más experiencia digital hubiese podido descubrir la funcionalidad escondida, pero lo importante como aprendizaje es que siempre que vemos a alguien caerse por una escalera que nosostros diseñamos o construimos es conveniente analizar el hecho, en un intento por descubrir si hay algo que podría prevenir esa caída.

En nuestra experiencia la coherencia en una interfaz tiene varias virtudes, genera confort y seguridad en el usuario y por ello mejora su eficiencia y eficacia. Recordamos como otro ejemplo los tempranos días de la Web, cuando aún había pocas prácticas estandarizadas de diseño de la interacción con el usuario. Muchas de las compras en línea no se concretaban simplemente se perdían simplemente porque la gente se perdía en el camino.

¿Cómo es la manera de hacerlo bien? En el momento del diseño, buscando ser muy coherente y dándole valor a la experiencia previa que esperamos del usuario. Y una vez liberado el servicio, observando las escaleras y los escalones donde la gente se cae, allí está el aspecto mejorable y el lugar donde debemos tener nuestro aprendizaje.

No hay comentarios: