Hay un uso razonable del papel, pero muchas veces se imprimen inutilmente reportes y comprobantes |
En este blog hemos ido sumando perspectivas e ilustraciones sobre nuevos paradigmas, modelos de comportamiento y conversaciones de interés en nuestras bibliotecas. Así llegamos y entramos en el tema de la Informática verde, al que le hemos dedicado varios “post” orientados hacia la participación consciente en un movimiento ecológico mundial que nos obliga a revisar las prácticas institucionales. Después de haber tocado el tema desde diversos ángulos para aumentar nuestra comprensión general sobre el mismo, después de haberlo manejado en sus implicaciones sociales, en su importancia global, llegó la hora de aterrizarlo en una revisión de la práctica cotidiana de nuestras bibliotecas, de modo que esta vez nos centraremos en la Informática verde dentro de la biblioteca, así como en los resabios de la cultura del papel: los ficheros, los boletines y reportes impresos, los comprobantes.
Revisar el tema de los ficheros
En efecto, muchas de las prácticas de una biblioteca son herencias que no se compaginan con la nueva cultura verde. Las fichas de cartón, por ejemplo, cumplieron un papel histórico, pero es claro que hoy no aportan. No hacen la biblioteca más estructurada, ni los materiales bibliográficos más encontrables. Lo primero se resuelve con un buena organización de la biblioteca y un buen sistema bibliotecario y lo segundo dándole a los usuarios la capacidad de buscar información en forma ubicua, simple desde cualquier parte, a través de la red.
Si hoy en día todavía se usan fichas en muchas bibliotecas, si, peor aún, todavía se enseña el uso de fichas como un contenido válido, fuera de las clases de historia de las bibliotecas, en algunas escuelas de bibliotecología, es por una herencia del pasado arraigada en las mentes de algunas personas que todavía no han terminado de entender la naturaleza de los cambios que hemos estado viviendo en los últimos cuarenta años.
Aún hay quienes hablan de “reportes” en papel
En el mismo sentido de la conversación de las fichas podemos comentar los reportes impresos ordenados por autor o título: su versión impresa no aporta ninguna ventaja sobre la versión electrónica.
Las listas de alertas o publicaciones de los materiales recién llegados a la biblioteca también deben ser evaluadas de la misma manera que las fichas, ya que pueden y deben ser sustituidas por mecanismos de alerta y diseminación selectiva eficientemente distribuidos en forma electrónica, en forma autocontrolada por los propios usuarios.
Aunque en muchos casos sean una práctica que se acepta, hay que entender que los boletines de alerta impresos en papel dan trabajo en el interior de la biblioteca y prácticamente no muestran aporte de valor cuando son contrapuestos a versiones electrónicas activadas automáticamante por los usuarios.
Comprobantes de transacciones
Otro ejemplo de la cultura anterior presente aún en muchas bibliotecas son los comprobantes de transacciones: de préstamo y de devolución. Son innecesarios en el mundo en que viven los nuevos nativos digitales que son nuestros actuales usuarios. Están basados en algunos mitos. Donde aún se usan, se los toma como supuestas pruebas que habilitan reclamos o defienden de ellos. Sin embargo, esta idea tiene poco asidero real, dado lo fácil que resulta duplicarlos y lo imposible que puede resultar probar su autenticidad.
Al final, la mejor garantía para un usuario y para una institución es poder constatar a través de la red cada transacción que cada persona realiza con la institución. La página personal del usuario en la biblioteca.
Leer más sobre informática verde
Algunas personas nos han preguntado dónde pueden leer más sobre estos temas. Lamentablemente sobre Informática verde no hay mucho en español. Los interesados en leer más sobre este tema pueden ver la Wikipedia, en inglés, (http://en.wikipedia.org/wiki/Green_IT) o el texto de San Marugesan que citamos en un post anterior: “Harnessing Green IT: Principles and Practices,” IEEE IT Professional, January-February 2008.
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