viernes, 18 de febrero de 2011

Decisiones prácticas y verdes

Una decisión verde en Apple:
la reducción del empaquetado

Siguiendo la conversación sobre Informática verde que hemos estado promoviendo con nuestras dos últimas entregas, queremos comentar en este “post” algunas decisiones que podemos tomar para orientarnos hacia un mundo más verde y ecológico. La perspectiva ecológica es ahora de interés para bibliotecarios. En efecto, por extraño que parezca, la ecología ya no es sólo un tema para cumbres presidenciales o foros de especialistas, sino, cada vez más, un espacio de encuentro responsable, con sentido en nuestra institución y, en particular, en nuestra biblioteca. Mientras más se de la conversación en nuevos espacios cotidianos, más se avanza globalmente. Mientras más manejemos el tema, más encontraremos nuevas posibilidades concretas.

¿Cómo una decisión simple puede ahorrar energía?
Un ejemplo interesante de una decisión que puede tener un impacto ecológico importante lo tenemos en la ilustración que anexamos en este “post”. Apple, empresa de tecnología que se distingue internacionalmente por el diseño y la innovación, dentro de un programa que se plantea expresamente introducir ideas verdes, decidió disminuir el tamaño de los empaques con los que despachaba sus computadores. Rediseñar el empaque para que fuera igual o más útil con menos volumen. Lanzó a sus diseñadores el reto de cómo proteger los equipos en su largo viaje de la planta de fabricación a las manos del usuario final, pero usando menos material y ocupando menos espacio.

Por simple que parezca, esta sola decisión ha significado un ahorro real de energía y ha tenido un impacto ecológico positivo: ha reducido el número relativo de vuelos requeridos por lote de equipos y de esta manera ha reducido el gasto de energía en el traslado los computadores y el consumo de pulpa de papel para los empaques. Es lo que ilustra la figura que acompaña este “post”.

Cultura de papel en trámites electrónicos
Una de las prácticas sociales que heredamos de la cultura del papel es la cantidad de comprobantes impresos que recibimos en las múltiples transacciones que realizamos. Algunas, se hacen desde procesos que comienzan y finalizan manualmente, pero otras muchas, más difícilmente justificables, se originan, paradójicamente, en transacciones que nacieron en sistemas electrónicos y que imprimen comprobantes en papel. La informática verde propone la revisión de esta práctica.

La impresión de correos electrónicos
Un caso patético fue por mucho tiempo la impresión de correos electrónicos. Los nacidos en la cultura del papel manifestaban la necesidad de imprimirlos, razón por la cual aún hoy muchas personas envían una coletilla verde con sus mensajes donde reza un texto parecido a: “Por favor, no imprima este mensaje a no ser que le sea estrictamente necesario”.

Hoy día la práctica de imprimir mensajes de correos electrónicos ha ido desapareciendo. Las nuevas generaciones no lo necesitan y las anteriores van aprendiendo, poco a poco, a leer en la pantalla, convenciéndose de que su práctica anterior era más inercia que necesidad.

Un ejemplo bancario
Un ejemplo representativo es el comprobante de una transacción en un cajero electrónico donde el banco nos entrega un pequeño papel como constancia impresa de la transacción. Estos recibos se originan en la desconfianza que desde la cultura vieja se tiene hacia la nueva, desconfianza que complica todo innecesariamente. Hoy día los bancos, habituados a encauzar las transacciones de sus clientes hacia Internet ya comienzan a ofrecer opciones donde estos no se utilizan o donde los usuarios pueden optar por no realizarlos.

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