viernes, 5 de noviembre de 2010

Hiperautomatización de Bibliotecas: desde Seattle hasta las pequeñas

La Biblioteca Pública de Seattle realiza varios millones de préstamos al año.
En la gráfica puede verse un aspecto del sistema de transporte controlado
con sensores RFID
En nuestro “postanterior nos acercamos a una de las referencias icónicas de la hiperautomatización de bibliotecas en el mundo y contextualizamos lo que metafóricamente llamábamos la liga de las grandes bibliotecas: planteamos los números sobresalientes de está auténtica maquinaria institucional de servicios bibliotecarios y presentamos los datos más resaltantes del edificio que redefinió la arquitectura de edificios para bibliotecas públicas en el nuevo milenio. ¿Pero qué hay en la hiperautomatización en Seattle para que pueda responder por doce millones de préstamos? ¿Dónde se puede ampliar o ilustrar la información que exponemos? y especialmente importante, ¿Qué lecciones pueden extraer de Seattle los bibliotecarios que trabajan en ambientes (países, ciudades, instituciones y números de usuarios de otras escalas y, por tanto, en realidades completamente diferentes? Estos son los temas a los que queremos referirnos en este “post”.

Hiperautomatización
La hiperautomatización en la Biblioteca Pública de Seattle se dice que es la más completa e industrializada existente, mucho más que cualquier otra previa, y está totalmente basada en el uso de RFID. Los libros viajan por cintas transportadoras entre los pisos y hay un salón de clasificación de materiales que envía clasificado cada item que entra a las cintas transportadoras de la biblioteca. Se trata de una auténtica fábrica de préstamos bibliotecarios. La fotografía que adjuntamos presenta un aspecto de las cintas transportadoras y en las referencias de abajo pueden verse vídeos del mecanismo operando, lo cual es siempre muy ilustrativo.

En toda la hiperautomatización de la Biblioteca Pública de Seattle hay muchos datos interesantes, pero sin duda, lo más interesante para los bibliotecarios es que el alto nivel de hiperautomatización libera el tiempo del personal de la biblioteca para que este pueda concentrarse en la atención referencial y bibliotecológica al público: “¿Dónde puedo encontrar información sobre este tema, que es de actualidad, pero intrínsecamente interdisciplinario?” “¿Qué me recomienda para…?”

Los bibliotecarios tienen tiempo para ser bibliotecarios porque dos tercios de todas las transacciones son realizadas por los propios usuarios usando servicios de autopréstamo propios de una biblioteca hiperautomtizada. Un número sin duda importante cuando se realizan millones de préstamos al año. Sin este grado de hiperautomatización sería imposible el enorme volumen anual de préstamos realizados por esta hiperbiblioteca.

Leer o ver más sobre la Biblioteca Pública de Seattle
Referencias sobre la Biblioteca Pública de Seattle se consiguen en Internet.
En particular, puede conocerse más sobre su hiperautomatización leyendo en el Library Journal (http://www.libraryjournal.com/article/CA633326.html), en RFID Gazette (http://www.rfidgazette.org/libraries/) o en el Sitio Web de esta Biblioteca (ver por ejemplo http://www.spl.lib.wa.us/ o bien  http://www.spl.org/default.asp?pageID=branch_central_overview&branchID=1).

En YouTube pueden verse varios videos que presentan el interior y el exterior de la biblioteca central (por ejemplo http://www.youtube.com/watch?v=W2mKns9eSIc&feature=related o http://www.youtube.com/watch?v=HLugNTpFZ4I) y el sistema completamente automatizado de ordenamiento al que hicimos alusión arriba (por ejemplo http://www.youtube.com/watch?v=heOUkMvp-Gg o http://www.youtube.com/watch?v=pQF8W7gHjaU&feature=related).

Grandes bibliotecas y grandes bibliotecarios
Seguiremos hablando más sobres grandes bibliotecas y quizá sobre la Biblioteca Pública de Seattle, pero para cerrar por ahora este capítulo es importante la reflexión sobre el sentido que tiene esta conversación, aún en escenarios donde la cotidianeidad es completamente diferente. ¿Por qué es importante conocer sobre otras bibliotecas y en particular, sobre las grandes bibliotecas? La respuesta es porque, sin duda, allí hay en ellas aprendizajes y referencias importantes para hacer mejores las nuestras. Si estamos en una biblioteca grande es claro que el ejemplo es naturalmente pertinente y seguramente tiene aplicaciones directas, pero la realidad, menos evidente, es que si estamos en una biblioteca pequeña también es importante tener de referencia las luces de las grandes soluciones a los grandes problemas, para comprender la esencia de lo que tenemos que hacer en nuestro caso, aún a sabiendas de que el camino concreto para el pequeño presupuesto va a ser otro. Como desarrollaremos en un próximo "post": no sólo en las grandes bibliotecas hay grandes bibliotecarios. Un tema sobre el que, sin duda, hay que conversar y que por tanto continuaremos.

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