viernes, 1 de noviembre de 2013

Probar la navegación

La prueba final de la navegación debe hacerse con usuarios reales,
emulando procesos reales y usando datos reales
 (imagen tomada de http://es.kioskea.net)
En las explicaciones de la fase de desarrollo dentro del ciclo de vida de una solución de gestión de información, llegamos a la actividad de pruebas diciendo que todo lo que se construye debe probarse. Dimos algunas pautas sobre cómo probar la estructura de información y la funcionalidad. Hoy queremos comenzar a referirnos a dimensiones diferentes, que no suelen ser muy consideradas por muchos constructores al hablar de pruebas, pero que siendo consistentes con nuestro discurso de que todo debe probarse, hay que tomarlas en cuenta también. Es el caso de la navegación y a la estética. Dedicaremos el post de hoy a las pruebas de la navegación y dejaremos para uno siguiente las pruebas de la estética.

En un sistema bien desarrollado desde el punto de vista de Arquitectura de Información la navegación y la estética agrupan características que deben poder ser desarrolladas como dimensiones, es decir, en forma independiente de la funcionalidad. ¿Qué significa esto y por qué es importante?

Significa que con toda la estructura de información desarrollada y con toda la funcionalidad implementada debe ser posible realizar cambios en la navegación o la estética de un sistema sin afectar el funcionamiento correcto de la aplicación. Los cambios en la navegación y estética deben poder ser realizados por personas diferentes a las que definen la estructura de información y la funcionalidad y el funcionamiento correcto debe poder validarse realizando pruebas automáticas, como lo mencionamos en días pasados (Ver Pruebas durante la construcción de una solución). Esto es importante para asegurar la calidad y el mantenimiento futuro de la solución.

La navegación es una capacidad que nos facilita (¡o nos dificulta!) usar un sistema. Nos permite que pasemos de una actividad a la siguiente, de una pantalla de resultados a la otra que sigue como parte del proceso. La navegación se expresa a través de distintos tipos de menús y opciones que son colocados en los diferentes lugares de la pantalla. Hemos hablado de ella en otras oportunidades (ver por ejemplo: Mucho que aprender sobre navegaciónLas Áreas básicas de la salida, Los cinco menús modernos, En la Derecha, el menú de opciones complementarias).

Durante el proceso de construcción podemos darnos cuenta que algunos caminos de navegación resultan más sencillos si colocamos (o, a veces, si quitamos) opciones y enlaces. El trabajo de apreciar lo que facilita o entorpece la navegación normalmente lo hace mejor un Arquitecto de Información que un programador o un constructor sin experiencia en los problemas de navegación. De allí que el manejar la navegación con independencia de la funcionalidad facilita el trabajo tanto de unos como de otros. Permite el avance paralelo de la solución y facilita la realización de los cambios que se hacen durante la fase construcción para atender las sugerencias de los distintos involucrados en el proyecto.

Al final del camino la prueba crítica que debe pasar la navegación construida debe ser el presentarle el sistema a usuarios reales y solicitarles que usen la aplicación para hacer actividades que emulen los procesos reales usando datos reales (Ver Los datos para probar). Al hacer esto se debe observar cómo trabajan, escuchar sus observaciones y atender sus preguntas. Eso permitirá entender los esquemas naturales de navegación para esos usuarios. Una vez mas, la actividad de pruebas así realizada con los usuarios debe grabarse para incorporarla a las pruebas automatizadas.

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