viernes, 22 de noviembre de 2013

Los métodos para construir

La construccíón de muros de piedra y de soluciones de tecnologías
de la información se realiza mejor y produce buenos resultados
si se trabaja con métodos y se siguen procedimientos
que son analizados y revisados
(Fotografía tomada de http://www.themarthablog.com)
Para construir buenas soluciones de gestión de información es importante, crucial en nuestra opinión, tener un método. Probablemente un conjunto de métodos enmarcados dentro de una metodología consistente. Esto es tan importante que decirlo debería resultar una trivialidad. Sin embargo, en la práctica, son muchos los casos en que el uso de metodologías no es lo que priva. La presión que ejerce la necesidad urgente de resultados, descontextualizada de qué es lo que asegura los buenos logros y evita el retrabajo, el deslumbramiento que producen ciertas herramientas, el desconocimiento de las prácticas elementales de gestión de la calidad de algunos desarrolladores y organizaciones, la ausencia de cultura de procesos, son algunos de los elementos que inciden en que se no sean pocos los casos en que se trabaje sin métodos ni metodologías.

La verdad es que los hechos están allí y las buenas prácticas internacionales muestran que si se desea garantizar buenos resultados, productos del trabajo satisfactorios y conforme a especificaciones y un cumplimiento razonable de los calendarios, es importante trabajar con métodos y diseñar, mejorar y seguir procesos.

Toda buena solución desarrollada con herramientas de tecnologías de la información es siempre el producto de una serie de interacciones e iteraciones. Interacciones entre todas las personas involucradas que hacen sus aportes respectivos en cada una de las fases de proyecto e iteraciones dentro del equipo de desarrollo refinando por aproximaciones sucesivas un resultado que por definición nunca está acabado, dado que siempre es perfectible y se tiene conciencia de que puede mejorarse, en su presentación, en su facilidad de uso, en su funcionalidad, en su flexibilidad, en su adaptación al usuario, etc. Todo esto dando por descontando el cumplimiento de los requisitos que fueron planteados en las fases tempranas del proyecto.

Si las cosas son así, tiene que haber un criterio para decidir cuando la construcción está lista para ser entregada y que debe pasarse a la etapa de transición con el objeto de que, finalizada ésta, la solución construida pueda entrar en producción. Este criterio es la validación final, donde los constructores, sus contrapartes y los usuarios certifican que la solución construida está lista para transferirse al ambiente de preproducción.

Pero ocurre en el camino, que mientras se construye, e incluso durante la transición, las iteraciones continúan. Es por ello que el uso de métodos y procesos es fundamental. Métodos y procesos es la única garantía de mejoras continuas en el refinamiento sucesivo que mencionamos. Si no hay métodos, en cualquier momento, en cualquier iteración, alguno de los desarrolladores hará algo mal con consecuencias negativas ya que puede que los malos resultados no sean detectados hasta muy tarde en el tiempo y en los cronogramas.

Es por ello que los métodos y los procesos hacen diferencias, especialmente cuando la organización que los usa los revisa y mejora constantemente. Muchos constructores, inadecuadamente, se confían y se dejan llevar por la apreciación de que se tiene en un instante un buen resultado. Lamentablemente estos buenos resultados son seguidos estadísticamente, en las próximas iteraciones, por los malos, ya que la concentración en los productos y no en los métodos y procesos hace que los problemas, inconsistencias y errores, inevitables en el tiempo, no sean detectados y corregidos.

Tener personas competentes ayuda a la producción de buenos resultados, pero no sustituye la necesidad de colocar el acento en los métodos y la mejora continua basada en procedimientos y procesos como lo expondremos con más detalles en una próxima oportunidad.

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