Una manera de pensar la Arquitectura de Información (AI) es la propuesta por Luis Rosenfeld en su sitio web http://louisrosenfeld.com |
Hace dos semanas comenzamos abordar los problemas ligados a la definición de la Arquitectura de Información (AI), como un espacio transdisciplinario moderno, cuya necesidad se ha mostrado cada vez más clara a medida que ha ganado experiencia en el desarrollo de servicios de información Web. Como es natural en un área de conocimiento en desarrollo, aun no existe para la AI un cuerpo de conocimiento aceptado en forma general, por lo que se hacen muy pertinentes las conversaciones acerca de lo que ella debe ser y el cómo entenderla. Precisamente la semana pasada mencionamos el Libro del Oso Polar (“Architecture of Information for the World Wide Web”) de Louis Rosenfeld y Peter Morville, como una referencia importante a la hora de definir la AI. Hoy queremos hacer este comentario a partir una de las propuestas de Louis Rosenfeld en la que invita a entender la AI como la suma de Usuarios más Contenidos más Contexto.
Recordemos que en la base de la AI está la intención expresa de hacer que los contenidos sean encontrables y útiles, como lo mencionamos en nuestra conversación anterior. Para ello es claro que las tres dimensiones propuestas por Rosenfeld, la de los Usuarios, la de los Contenidos y la del Contexto tienen que funcionar sincronizadamente. En cada una de estas dimensiones hay dos aspectos a tratar: la de las características relevantes en ese dominio y la de las destrezas y roles que se requieren en el practicante de la AI.
Usuarios
Para que un servicio funcione adecuadamente es importante que sus usuarios estén bien definidos. Los diseñadores del servicio deben conocer cuáles son sus necesidades y comportamientos con respecto a la información, qué tipo de información buscan normalmente y qué tipo de información buscan eventualmente. Pero además es conveniente saber cuáles son sus comportamientos durante la búsqueda de información, cómo buscan, qué hacen cuando encuentran y qué hacen cuando no. Mientras mejor sea el conocimiento que se tiene de los usuarios mejor será el resultado del servicio diseñado sobre esta base. Cuando no se trabaja bien este tema los servicios tienden a ser una amasijo de contenidos sin estructura evidente y efectiva.
Contenidos
En relación a los contenidos, cuando se va a diseñar un servicio Web es conveniente preguntarse: ¿Cómo son y cuántos son los contenidos de información que se manejarán?. ¿Con qué formatos deben manejarse estos contenidos al momento de guardarlos, recuperarlos y presentarlos (no necesariamente es el mismo en cada caso)?. ¿Cuáles son los metadatos más apropiados para caracterizar cada tipo de contenido? ¿Cuáles son las estructuras de información más adecuadas? ¿Cómo está organizada la información que se manejará? La respuesta a estas preguntas son claves para obtener un servicio de información de calidad. Cuando no se obtienen respuestas acertadas ocurre que aunque los contenidos estén, la gente finalmente no los encuentra o no los usa simplemente porque no halla como.
Contexto
Normalmente, conocer usuarios y contenidos no es suficiente para un buen diseño. Es importante adicionalmente caracterizar el contexto con el que se trabaja. El modelo de negocios, los aspectos culturales, políticos y organizacionales del servicio que se presta. Los recursos con los que se cuenta. Las restricciones, de todo tipo, que haya sobre ellos, etc.
Lo interesante de la AI es que, como señala Rosenfeld y las personas que trabajan en las aplicaciones, normalmente nadie está completamente preparado para contestar todas las preguntas anteriores y la AI se resuelve mejor en un equipo en el que concurran distintos tipos de conocimientos, competencias y perspectivas que, adecuadamente trabajadas, permiten hacer la integración de las tres dimensiones mencionadas (Usuarios, contenidos y contexto) en una solución o servicio de información.
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