viernes, 10 de febrero de 2012
La lista de objetos de información y el Arquitecto de Información
Ante un problema de información, lo primero, como dijimos, para un Arquitecto (de información, se entiende!), es identificar los objetos de información relevantes en el problema y la solución. Se trata de determinar cuáles son los elementos que entran en el juego.
Por ejemplo: Si se trata de una biblioteca tenemos libros, tesis, revistas, usuarios, personal, etc. Si se trata de la gestión de comunidades de un colegio tenemos estudiantes, personal docente, personal administrativo, personal directivo, mientras que si se trata de la gestión académica tenemos el año, las secciones, las materias, los estudiantes, los profesores, las planillas de notas. Si se trata de un club, tenemos, quizá, miembros A, miembros B, público en general. Si se trata de un sitio de promoción de turismo regional tenemos hoteles, posadas, restaurantes, turistas, propietarios, etc. Es decir, siempre hay unas entidades que son las centrales para describir el problema de información cuya gestión queremos resolver. Esos son los objetos de información.
Una lista de los objetos de información pertinentes es lo primero que tenemos que lograr cuando queremos diseñar un sitio Web adecuadamente. Cómo Arquitectos debemos conocer cuanto antes cuáles son los elementos básicos del problema sobre el que trabajamos. En una primera mirada al problema de gestión, lo que nos interesa es tener la lista completa, ya que ella nos dará una idea preliminar de la Estructura de información con la que trabajaremos. Hay que asegurar que no quede ningún objeto de información que sea esencial para la solución adecuada y que no lo hayamos tomado en cuenta, ya que esta lista nos dará la primera aproximación a la sencillez o complicación estructural de un problema.
Puede haber etapas en la implementación y puede ser por ello que algunos elementos hayan sido omitidos inicialmente, dejados para considerarlos en el detalle en una próxima etapa. Eso no significa que fueron ignorados. En ese caso el trabajo con ellos fue simplemente postergado. Por ejemplo, en la gestión de un colegio podemos tener una gestión administrativa y una académica, que pueden ser trabajadas con bastante independencia, una en la primera fase y otra luego.
Así como el informático siempre sabe que cualquier problema de información le va a plantear el desarrollo de una base de datos y que típicamente seguirá un esquema de Entidad-Relación para expresar las tablas de datos relacionales que entran en juego, el Arquitecto tiene una aproximación diferente, no de datos, sino de información. Su problema es resolver la gestión en el dominio de la información y para ello sabe, como hemos visto, que tiene que moverse en un espacio de 5 dimensiones, donde la primera de ellas es Estructura de Información y dentro de ella lo primero que hay que determinar es la lista completa de objetos de información.
Una vez que tenga la lista, lo siguiente es determinar las propiedades de estos objetos. Qué campos o metadatos debemos identificar en cada uno de ellos. Normalmente las herramientas modernas permiten hacer cambios en caliente y registrar aproximaciones sucesivas en la descripción de un problema, pero siempre nos interesa llegar a tener una primera lista, lo más completa posible, de los objetos y de sus propiedades. Otros detalles vendrán después. En nuestro caso, en nuestro próximo post.
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