viernes, 27 de agosto de 2010

Autopréstamo con RFID





Un niño se auto atiende en un kiosko RFID en las nuevas instalaciones de
la biblioteca pública de Mount Gambier en el Sur de Australia (Ver detalles)
Después de haber comentado en los últimos dos “post” sobre el Hiperpréstamo, éste queremos dedicarlo al Autopréstamo, un servicio donde el usuario se presta por si mismo los libros de la biblioteca, usando las facilidades que ésta le proporciona. El tema es interesante dado que el autopréstamo se ha convertido en un servicio que se viene usando en forma creciente en el mundo, por todo tipo de bibliotecas, grandes y pequeñas, universitarias, escolares, especializadas, privadas y públicas, de muchos usuarios y de pocos. Hoy día el Autopréstamo se usa incluso en bibliotecas infantiles donde niños y adolescentes, sin ninguna dificultad, se prestan los libros que seleccionaron. Es común y natural en las bibliotecas de estantería abierta, pero resulta muy interesante que con el paradigma de hiperautomatización RFID, el Autopréstamo se usa incluso en bibliotecas de estantería cerrada. ¿Cómo puede ser esto? ¿De que manera ayudan las tecnologías RFID? Lo entenderemos más adelante con explicaciones, ejemplos e ilustraciones.

Con la estantería abierta las bibliotecas permiten el libre movimiento del usuario entre los libros para seleccionar él o los que desea, después de hojearlos y confirmar su interés. En esos casos, pareciera natural que el siguiente paso es el Autopréstamo. El hecho de que el usuario saque directamente los libros le facilita ir con ellos a la estación de Autopréstamo, que funciona con la modalidad elegida por la biblioteca. Una vez allí es cómodo para la biblioteca y el usuario que este mismo auto atienda el préstamo. Para ello simplemente se identifica con su carnet en la estación y presenta sus libros que son captados por el lector de RFID de ésta. El préstamo queda registrado: el usuario no necesita ningún tipo de interacción con el personal de la biblioteca, conforme a su personalidad moderna de usuario que sabe encontrar y servirse, con total independencia, de la información que necesita.

Los componentes de una estación o escritorio de autopréstamo son un mecanismo de identificación del usuario, cada vez más un carnet RFID, un mecanismo de identificación de materiales que serán prestados, también cada vez más, un lector de RFID, y una pantalla para mostrar al usuario la información y darle las indicaciones de cada paso. En relación a ésta última lo más frecuente es el uso de pantallas táctiles (touchscreen) de modo que las versiones modernas de estas estaciones no requieren de teclado para ningún tipo de servicio.

Es común en los actuales sistemas bibliotecarios que se incluya esta capacidad entre su oferta de servicios, algunas veces atada a un hardware, otras veces con relativa independencia de él. La idea es que el autopréstamo es tan sencillo que, incluso en bibliotecas para niños, puede implementarse, como comentamos arriba y como se observa en la figura.

El autoservicio no tiene por qué ser una característica ligada a las bibliotecas de estantería abierta. El fenómeno de la hiperautomatización ha venido estimulando el desarrollo de soluciones para cada necesidad de servicio y uno de los problemas que se resuelve en el diseño e implementación de hiperpréstamos es la entrega de materiales en bibliotecas de con un alto volumen de préstamos circulante. Siempre se desea evitar la formación de colas en los escritorios de préstamos, un problema que las bibliotecas académicas de cierto tamaño conocen bien y que se agrava estacionalmente en épocas de exámenes. En estos casos el Autopréstamo es una solución interesante, incluso cuando se usa estantería cerrada, ya que en los ambiente de hiperautomatización se implementan soluciones con procesos e infraestructuras ingeniosas que lo hacen posible. Pero los novedosos detalles de la implementación del Autopréstamo en bibliotecas de estantería cerrada merecen ser considerados con ejemplos e ilustraciones en un próximo “post”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El autopréstamo ¿no es otro paso más hacia el aumento del desempleo? Si cada vez hay menos interacción del usuario con el personal de la biblioteca porque él se "autosirve", es lógico pensar que esto va en detrimento de la colocación de futuros profesionales porque cada vez harán falta menos. Algo así como lo que pasó en las gasolineras ¿no?

Pues no veo la ventaja por ningún lado y más desde que las administraciones públicas se gestionan cómo si fuesen privadas.

Anónimo dijo...

Las personas tenemos gustos e intereses diferentes, incluso dependiendo del momento. Si estamos apurados, un autoservicio donde no tenga que esperar a que me atiendan es preferible, pero si tengo dudas, quizás prefiera esperar a que alguien me atienda y me aclare las dudas.
El autoservicio debe verse como una opción y no como sustituto del servicio personalizado.