viernes, 10 de abril de 2015

La Humanidad: desde los árboles a la Web 2.0 (4). El tercer salto

La creación de la imprenta fue un salto de gran significación:
nos acercó de modo relevante a la noción de humanidad
que tenemos hoy
Continuando la conversación sobre la evolución que nos trajo desde los arboles a las redes sociales, nos hemos detenido a explorar aquellos hitos históricos que tuvieron dos características importantes: 1) no sólo significaron un gran avance para la humanidad, sino que lo hicieron en un contexto de repercusión global y 2) contribuyeron no sólo al desarrollo del  conocimiento sino que se incorporaron a la vida diaria afectando a la noción misma que tenemos de lo que la humanidad es, en términos de la práctica cotidiana. Con estas exigencias identificamos cinco grandes hitos previos a la Web 2,0 que usamos hoy: el lenguaje, la escritura, la imprenta, la Internet y la Web. Comentamos hoy el tercer gran salto evolutivo: la imprenta y analizamos su relevancia en el camino hacia las redes sociales de hoy.

Aquellos interesados en las primeras partes de la conversación pueden contextualizar con el post de inicio de la misma y los comentarios posteriores acerca del primer y segundo salto.

El paso de la imprenta tuvo una repercusión singular: fue el primer avance hacia una gran identidad colectiva de especie al crear las condiciones para grandes difusiones de conocimientos y experiencias. Obviamente esto no quiere decir que el salto se haya logrado inmediatamente, al producirse la primera imprenta, sino que en esta síntesis  nos concentramos en la significación de los hechos desde una perspectiva de relevancia histórica. El lenguaje y la escritura nos dieron la entrada al desarrollo de conocimientos y al crecimiento de civilizaciones, pero aún con ellas teníamos restricciones para integrarnos en dimensiones planetarias.

Si la escritura nos hacía trascender dos condiciones básicas de nuestra vida en el planeta: el espacio y el tiempo, el mero desarrollo de la escritura no nos podía hacer masivamente lectores ya que el acceso a la información estaba mediada por las restricciones tecnológicas de los papiros y los pergaminos. Ambos medios, a los que posteriormente se sumó el papel, representaban un avance significativo en cuanto a la movilidad que aportaban a los contenidos escritos, pero compartían el hecho de que tenían que ser escritos a mano y mientras esto fuera así, la producción de un ejemplar de cualquier contenido iba a ser siempre una tarea demasiado ardua, artesanal, costosa y lenta, imposible de realizar masivamente. De modo que los medios tecnológicos de registro nos proporcionaban facilidades para la escritura, pero también limitaciones.

El punto a reflexionar y hacerse consciente entonces es que sin contenidos producidos en masa la lectura masiva tampoco era posible. Y con este hecho la escuela pública, la democracia, la salubridad, la medicina moderna, los derechos humanos y la identidad nacional, y colectiva de especie como hoy las conocemos eran por tanto virtualmente imposibles como caminos evolutivos. Si hoy no podemos pensarnos sin estos conceptos, y damos por sentado que la gente debe leer y formarse mínimamente, al menos en una escuela básica, como parte de su crecimiento vital, si consideramos estas cosas no sólo como un derecho humano sino como un camino natural para el crecimiento individual y la visa social, es porque damos por sentado  la existencia de los libros que habilitan la educación y es por ello que, con gran sentido, podemos decir que somos, evolutivamente hablando, hijos de la imprenta.

Así pues, la imprenta pasó a forma parte relevante de la evolución de la humanidad al acercarnos las formas de organización social y de desarrollo del conocimiento y consciencia que tenemos hoy.

No hay comentarios: