viernes, 24 de abril de 2015

La Humanidad: desde los árboles a la Web 2.0 (6). El quinto salto

La WWW dio a la humanidad una manera de tener acceso
universal a la información publicada electrónicamente en el mundo
En el camino que nos trajo a la experiencia de vivir en una humanidad hiperconectada a través de los medios sociales, hemos identificado seis hitos históricos de particular relevancia: no sólo representaron saltos tecnológicos habilitadores de la evolución del conocimiento, sino que nos cambiaron cualitativamente la práctica social hasta el punto de que, aún en la actualidad, no podamos separar la nuestra noción de lo que es la humanidad de los logros que estos hitos representaron. Hemos revisado en post anteriores la trascendencia de lo obtenido con los cuatro primeros de ellos: el lenguaje, la escritura, la imprenta y la Internet. En esta ocasión conversaremos acerca del quinto: la Web. ¿Qué fue exactamente lo que nos aportó?

Para cualquier joven de la llamada generación Z, la Web es algo que se da por hecho. Es la plataforma universal de comunicación de la humanidad. No es fácil imaginar la vida sin la Web, existía incluso antes que ellos. Pero… ¿cómo era el mundo antes de la WWW?

Antes de la Web la Internet ya nos había dado una plataforma universal de comunicaciones, una manera en que podíamos establecer flujos de datos entre las máquinas de procesamiento de información sin que éstas tuvieran que ser del mismo fabricante o del mismo tipo. Como vimos en nuestro último post la Internet nos permitió un medio a través del cual se podían lograr conexiones síncronas o asíncronas, uno a uno o uno a muchos, con total independencia de la distancia. Era un medio definitivamente versátil además porque era extensible…

Precisamente la extensibilidad de la Internet es lo que permitió la Web, con su atributo característico de manejar la noción de hipertexto a través de la red, sin que importe el lugar donde esté la próxima página. El protocolo http que definió las comunicaciones de la WWW se encargó de usar las capacidades de la Internet para traer el siguiente contenido a donde era requerido. También estableció una noción estandarizada de cómo invocar y recuperar un contenido, independientemente de que éste fuese un texto o una imagen y una forma de manejar atributos estéticos al visualizar páginas o fragmentos de contenidos. Hasta la aparición de la Web estas cosas se hacían, pero sólo en el ámbito de un sistema local, no de la red.

Con los elementos citados resueltos, la WWW nos dio lo que quizá sean su aporte más esencial al lado del poder disponer en forma de hipertexto cualquier tipo de contenido disponible dentro en ella:  el poder buscar información con un buscador universal con la capacidad de explorar lo publicado en la Internet. Así la Web popularizó la búsqueda y la lectura electrónica, sentando las bases para desplazar el papel como medio de soporte fundamental en la cultura humana.

Antes de la Web la manera de habilitar la búsqueda y la lectura de datos, bases de datos y contenidos de información era a través de sistemas cerrados, autocontenidos, no extensibles, no hipertextuales y que por ello no podían convertirse en plataformas universales para publicar, explorar, buscar y disponer de información. El invento de la Web tiene, para la era electrónica, la trascendencia que la imprenta tuvo para la cultura del papel. A partir de allí nuevos eventos podrían darse en la humanidad para convertirnos en una especie que potencialmente puede disponer de toda la información producida en el mundo. Eso no existía en forma previa. Ese fue el aporte de la Web.

La historia continuó, el siguiente salto después de la Web fue la Web 2.0, pero de él hablaremos en nuestro siguiente post.

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