viernes, 7 de noviembre de 2014

Sentido de pertenencia a una Comunidad

En todas partes encontramos gente dispuesta a participar en causas.
Ellos se sienten atraídos por los lugares donde el interés común es claro y donde
es fácil identificarse y desarrollar sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia de una comunidad es definitivamente importante para que los miembros de la misma se interesen por lo que ocurre en ella, busquen referenciarse, aporten información de lo que hacen, valoren las interacciones comunitarias. En días pasados establecimos que al hablar de Comunidades de aprendizaje o Comunidades de práctica era importante entender que aquello a lo que llamamos comunidad es una idea que connota un interés común y un cierto grado de consciencia en ese interés común. Hoy enfatizaremos otro aspecto, la identificación en términos de sentido de pertenencia. Es importante que exista, vale decir, que se desarrolle, para que la vida comunitaria se logre.

Los emprendedores sociales saben que las condiciones óptimas difícilmente existen. Por tanto no podemos esperar, cuando pretendemos desarrollar una Comunidad de aprendizajes, que exista una plena consciencia de los intereses comunes y un sentido de pertenencia a la Comunidad, completamente desarrollado. Si así fuera, sólo se trata de viabilizar en forma práctica las interacciones a través de una buena plataforma que facilite las comunicaciones y la gestión del aprendizaje y/o el desarrollo del conocimiento y la cultura ligada a la comunidad.

La Internet de hoy refleja este tipo de casos. Por ejemplo, los jugadores de video juegos tienen claramente intereses comunes, se identifican y se reconocen con los otros que tienen estos mismos intereses y por eso surgen y crecen distintas plataformas donde estas comunidades fácil y rápidamente se adhieren y hacen vida. Las nuevas herramientas tecnológicas suelen generar estas culturas comunitarias rápidamente, así los interesados en hacer realidad proyectos u objetos con las nuevas impresoras 3D forman comunidades de “makers”, hacedores, se interesan, aprenden y comparten plataformas donde se referencian de un modo natural.

Pero no siempre los procesos surgen espontáneos. Es muy típico el caso en que por alguna razón filosófica, ética, social o ideológica, se quiere intervenir la realidad desarrollando una Comunidad que creemos puede nacer, o puede crecer o consolidarse a partir de nuestras acciones. Esto puede ocurrir en un contexto local, ciudadano, nacional o de causa. Lo importante es que claramente pueda establecerse, como dijimos la semana pasada, que hay un interés común, aunque, inicialmente, este no sea plenamente consciente (Ver ¿A qué llamamos comunidad..?.).

Lo que debe ser claro es que a continuación del interés común, se requiere el desarrollo del sentido de pertenencia a la comunidad. Si éste no surge de un modo natural, se debe alimentar. Este desarrollo puede tomar un tiempo en germinar, pero los promotores de la Comunidad de aprendizajes o de práctica tienen que entender la necesidad de crecerlo.

Esta noción tiene implicaciones prácticas. Si por ejemplo los promotores de la comunidad se construyen una plataforma donde los contenidos de los pretendidos miembros son filtrados por un grupo élite, es probable que el sentido de pertenencia nunca se desarrolle. Es decir, no se trata de aparentar que todos pueden participar en igualdad de condiciones, se trata de implementarlo para atraer así a líderes naturales que se incorporen y participen de la interacción comunitaria. Volveremos más adelante sobre la importancia y las implicaciones de este punto...

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