viernes, 31 de enero de 2014

Una implementación bien hecha se hace en dos etapas


Una implementación bien hecha se hace en dos pasos
 de características y objetivos diferentes:
transición de preproducción y transición de producción
En el ciclo de vida de una solución de gestión de información hay un momento en que la solución que se diseñó ya está construida y de lo que se trata es de implementarla, es decir, colocarla en producción. Esto es lo que se llama la fase de implementación o de transición y, como hemos visto en las últimas semanas, tiene sus complicaciones. Es normal referirse a ella como si se tratase de un acto único: “colocar el nuevo sistema en producción”. En realidad una implementación bien planificada y bien realizada debe hacerse en dos pasos, en dos etapas bien definidas, en las que el trabajo que se realiza y los objetivos que se persiguen son diferentes. Mencionamos hoy cuáles son estas dos etapas y desarrollamos en detales la primera, para dejar la siguiente a la semana próxima.

Las dos etapas son: la implementación en un servidor de preproducción y la implementación en el servidor de producción definitivo.

Si la organización que desarrolla la nueva solución no es la misma organización que la usará cotidianamente, es claro que la infraestructura que se dispone en la organización que desarrolla nunca es igual a la que se dispone en la institución destinataria. Incluso cuando se hacen esfuerzos para que así sea, incluso cuando los sistemas operativos son los mismos y cuando el hardware que se usa es básicamente el mismo, siempre hay diferencias prácticas en el conjunto de variables de infraestructura y en el de la historia de uso de las mismas. Estas diferencias hacen que no se pueda asegurar que el hecho de que la solución esté trabajando correctamente en los equipos de desarrollo sea una garantía de que la solución trabajará perfectamente la primera vez que se instale en la infraestructura de la organización destinataria. Esto lo hemos explicado en otras ocasiones y remitimos el lector a ellas (Ver por ejemplo, La implementación de una solución).

Cuando la solución se desarrolla dentro de una misma institución, la buena práctica es no usar un mismo servidor para hacer el desarrollo y para usar la aplicación en producción, y si estos servidores son diferentes, otra vez se hace presente el problema de que no es garantía para el funcionamiento en producción lo correcto del funcionamiento de la aplicación en el ambiente de desarrollo.

El objetivo de la implementación en un servidor de preproducción es asegurar el funcionamiento de la solución desarrollada en las instalaciones y la red de la organización destinataria, sin correr los riesgos que significa intentar una operación directa en producción. ¿Por qué probar y certificar primero en estas condiciones de preproducción? Porque la experiencia internacional muestra que el cambio de red es una variable demasiado fuerte en sus consecuencias como para sumarla con otros imponderables. También porque en preproducción se puede, sin mayores consecuencias, probar ciertas condiciones de estrés funcional, de contingencias eventuales, que en el servidor definitivo, con los datos definitivos y en producción no se podrían hacer sin afectar los procesos reales. Hay más libertad para sumar, borrar y eliminar registros completos, o información parcial, si a fin de cuentas, esto no trasciende ni tiene más repercusiones que la de validar el comportamiento de la solución. Finalmente la transición de preproducción permite hacer el entrenamiento de los futuros usuarios en forma adecuada.

El servidor de preproducción, así pues, permite hacer todas las pruebas, verificaciones y validaciones (ver Verificar y validar), probar todos los flujos y estados de la información, en condiciones casi reales, porque está en la red objetivo, si bien no se trabaja en producción.

En la red de la institución destinataria se podrán hacer pruebas con componentes cuya correcta interacción es necesario asegurar  (tales como antivirus, servidores de correo, servidores Web, servicios de directorio institucional, etc.). Este ambiente no siempre se puede reproducir o simular en forma fidedigna en la red de desarrollo.

Si la validación de preproducción (Ver La validación de una solución) es exitosa se puede entonces realizar la transición de producción con más confianza. Continuaremos la semana que viene hablando sobre ello.

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