viernes, 19 de octubre de 2012

El diseño de la Imagen y Estética

Las Torres Petronas en Malasia: Al comenzar a diseñar la imagen de
un sitio Web los Arquitectos de Información tienen que hacerse
preguntas análogas a las que se hacen en una oficina de Arquitectos
cuando se comienza el diseño de una nueva edificación icónica

Al hablar del diseño de la Imagen y estética como la quinta dimensión en el trabajo de Arquitectura de Información la semana pasada expusimos cómo esta actividad cumple un rol que trasciende el disfrute complementario de la belleza que siempre hacemos, en cualquier área, una vez que están satisfechas todas nuestras necesidades previas. Señalamos que el trabajo en esta dimensión se integra en lo práctico, lo funcional y lo fácilmente navegable que una solución informacional puede o no ser para el usuario para el que fue desarrollada. Entramos hoy con más detalles para ilustrar los procesos típicos que deben realizarse a la hora de acometer el diseño de una solución informacional.

La primera consideración que hay que hacer cuando se diseña la Imagen y Estética de una aplicación o sistema de gestión de información tiene que ver con la diagramación de la salida. Recordemos que no está bien simplemente soltar una secuencia indiscriminada de textos y enlaces para que el usuario sobreviva entre ellas y encuentre lo siguiente que quiere leer o hacer, casi obligado a pasarse por todo el contenido presentado. No es así como trabajan los sitios Web exitosos. Antes bien, hay ciertos esquemas de diagramación que tienden a repetirse y que permiten que el usuario de una solución se ubique más o menos fácilmente en los contextos. La creatividad de los buenos diseñadores subyace dentro de estos parámetros. Si se trata de un diseño para un equipo de escritorio o de una laptop, normalmente la pantalla se divide en secciones con un encabezado y dos o más columnas. Típicamente con un pie. A veces con algunas secciones adicionales, claramente identificables (Ver Las áreas básicas de la salida).

En numerosos casos se usa un esquema de diagramación especial para la página inicial (Ver La página inicial) y un esquema (o varios, cuando es necesario) para las páginas interiores. Esto lo estudiamos con detalles cuando consideramos la tercera dimensión del trabajo de Arquitectura de Información: la Navegación (Ver). De lo que se trata a partir de la determinación del modelo de diagramación que se usará es el establecer unas normas o patrones gráficos que incluirán imágenes y selección de colores de fondo de cada una de las secciones integrantes de cada esquema y los tipos de letras principales que se usarán, con sus respectivos atributos y colores.

Un modo que muchas veces resulta apropiado es pensar que toda salida está compuesta de secciones y que cada sección está compuesta por celdas y cada celda informacional normalmente contiene un título, una imagen, un contenido y un enlace. Adicionalmente otros elementos como subtítulos y otros enlaces. Con esto en mente se definen los principales estilos de HTML que se usarán. En cuanto al tipo de contenido que se mostrará aplica el concepto de tipo de salida que también trabajamos en otras oportunidades (Ver En los tipos de salida, todos los sistemas se parecen). Estos tipos de salida pueden requerir la definición de estilos adicionales de HTML.

Trabajando de esta manera pueden diseñarse los aspectos gráficos y estéticos de una solución con bastante independencia de los contenidos específicos que en un momento dado se presentarán. Debe notarse que es un error atar el diseño estético a los contenidos específicos ya que por una parte, si un sitio Web trabaja bien, sus contenidos deben variar con mucha más frecuencia que su diseño gráfico y por la otra, un sitio Web bien diseñado debe poder cambiar su imagen y estética con total independencia de los contenidos.

Obviamente hay diferencias claras entre un sitio Web corporativo para los miembros de una empresa y un sitio abierto al amplio público. Entre un sitio para profesionales y un espacio digital para jóvenes. Sin embargo, hay elementos comunes. Por ejemplo, sin que hayan normas escritas en piedra, un sitio Web debe variar integralmente su imagen general al menos una vez al año y sus contenidos con una periodicidad claramente definida para general interés y seguridad a sus audiencias.

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