viernes, 22 de octubre de 2010

¿De qué tamaño el proyecto piloto de Hiperautomatización?

St. Lawrence Hall. Toronto Public Library (*)
En nuestro “postanterior desarrollamos el tema del proyecto piloto que la biblioteca o la red de bibliotecas normalmente realiza una vez que entiende la importancia de transitar, dentro de sus particularidades, el camino de la transición desde el paradigma de automatización de bibliotecas al de hiperautomatización de bibliotecas. Dado que nos concentramos en los aspectos cualitativos, en la justificación, en los por qué y en los quiénes, las preguntas que recibimos están ligadas al dimensionamiento: ¿Qué puede ser un tamaño razonable para un proyecto piloto? Y, naturalmente, en los ejemplos que ilustran el concepto, así como en algunas dudas en las que se vincula el tamaño del piloto con el presupuesto institucional. Así pues, el alcance que debe tener la experiencia piloto se impuso como el tema que abordamos en este “post”, en el que cerramos con una conclusión de valor práctico.

El tamaño de una experiencia piloto

No hay una norma fija para el tamaño de una prueba piloto, pero cualquier cosa entre el 1% y el 15% luce razonable. La transición completa a la hiperautomatización RFID siempre implica una inversión significativa y normalmente dura más de un año por lo que desarrollar la experiencia piloto siempre suele ser recomendable, independientemente de las consideraciones de presupuesto.

Por sólo poner un ejemplo, el Sistema de bibliotecas publicas públicas de Toronto está entre los sistemas bibliotecarios más ocupados del mundo, 17.5 millones de personas visitan un centenar de bibliotecas y piden prestado cerca de 31 millones de ítems (Ver detalles). Pues bien, en su proyecto piloto, realizado para el 2006, involucró a sólo dos bibliotecas del sistema (Más detalles), es decir, al 2 % de las bibliotecas de la red. De esta manera ganó la experiencia para desarrollar hiperautomatización en el resto del sistema a los niveles de hoy en día.

Otros ejemplos: El consorcio de bibliotecas públicas ALIS (Automated Library Information System) (Ver detalles) del Condado de Nassau en New York inició este año (2010) un proyecto piloto en seis de sus 54 bibliotecas: el 11 % de las bibliotecas del consorcio. La Biblioteca Regional Riverina en NWS, Australia, tiene 13 bibliotecas en su red (detalles). Desarrolló un proyecto piloto en su biblioteca central (el 8 % del total de bibliotecas) durante el período 2007-2008, que fue la base de la extensión a toda la red emprendida en el 2008-2009.

Estos ejemplos están alineados con las tendencias que hemos venido presentado y con los porcentajes que expresamos arriba sobre el tamaño adecuado de una experiencai piloto.

Conclusión

Mientras más etiquetas RFID se puedan colocar en un proyecto piloto es mejor, porque la prueba se realizará en condiciones más reales y se pueden apreciar mejor las ventajas y las dificultades, pero extender el número de etiquetas es uno de los elementos que agrega significativamente magnitudes en el costo y el tiempo de implementación del proyecto piloto, por lo que hay decidir un punto razonable. Una universidad o una red de bibliotecas puede hacer un piloto que incluya inicialmente sólo una o que sea un subconjunto bastante menor que el total de sus bibliotecas. Una biblioteca puede hacer un piloto con una pequeña porción de su colección, escogida con algún criterio, por ejemplo, una sala o, alternativamente, un conjunto dado, como los libros de más demanda.

Independientemente del tamaño de la experiencia piloto es conveniente involucrar en ella a todo el personal, de esta manera se crean las condiciones idóneas para las fases siguientes de extensión de la hiperautomatización a toda la red o a toda la biblioteca..

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