viernes, 22 de marzo de 2013

Más sobre los caso de uso en el desarrollo de aplicaciones


Los casos de uso deben pensarse como un interesante
instrumento de comunicación gráfica de los requisitos.
Muchas heramientas pueden usarse para escribirlos
La semana pasada conversamos sobre la gran importancia que tienen los casos de uso para asegurar la eficacia de una solución y su calidad. Vimos que resultan útiles en el establecimiento de un lenguaje común en todas las fases del ciclo de vida de una aplicación de gestión de información. Ayudan a la definición de la solución en la conceptualización y se usan en la verificación y validación de resultados en durante las fases de diseño, desarrollo e implementación. Hoy queremos apuntar elementos adicionales en relación al cómo se usan y al qué debe incluirse en ellos. Este conocimiento ayudará a reforzar lo dicho anteriormente acerca de su importancia.

Los caso de uso describen las transacciones que deben realizarse indicando lo que cada actor debe realizar en el marco de un determinado proceso.

Un actor es una persona o sistema involucrado que cumple un cierto rol en un proceso. Es una entidad que ejecuta uno de los pasos de un proceso.

Lo que se describe en un caso de uso es una secuencia de interacciones que se suceden a partir de un determinado evento. Por ejemplo, el inicio de una solicitud en una compañía de seguros. La introducción de un proyecto en una institución. La aceptación de un tesista por su tutor, en una universidad. El inicio de una transacción en un cajero electrónico. La secuencia de interacciones normalmente incluye alternativas que se bifurcan dependiendo de que se cumplan ciertas condiciones.

Puede verse a los casos de uso como descripciones de procesos relevantes a través de la mención de acciones que realizan ciertos actores. Como una descripción de procesos, los casos de uso puedes escribirse a diferentes niveles de detalle y profundidad y desglosarse en casos de uso más específicos, cuando así se requiere. Para dar contexto a lo que ellos especifican, normalmente se acompañan de un glosario.

Como con los casos de uso se trabaja a lo largo del ciclo de vida de las aplicaciones, es necesario prepararse para realizar seguimiento sobre sus especificaciones y documentar sus cambios. Para realizar el seguimiento de un caso de uso normalmente debe dársele una identificación, un título y llevar el registro de sus actualizaciones. Deben estar claros los actores, su descripción, sus precondiciones y post condiciones, es decir, lo que debe ocurrir en forma previa y en forma posterior a ellos.

El caso de uso como tal documenta el flujo de acciones que realizan los actores, bien sean personas o sistemas. Como son un instrumento de comunicación suele ser conveniente especificar los procesos en forma gráfica usando íconos que ayuden a entender las secuencias de pasos en los procesos.

Con los casos de uso y el glosario que normalmente los acompaña, los Arquitectos de Información que realizarán el desarrollo del prototipo o de la solución están en capacidad de crear el modelo de información preliminar o definitivo que se usará.

En los casos en que después de la Arquitectura de Información se realiza un desarrollo de software, los ingenieros que harán el desarrollo pueden eventualmente trabajar en la elaboración de versiones más refinadas, detalladas y técnicas de los casos de uso. Un camino alternativo a la escritura de casos de uso con más detalles, es el uso de prototipos funcionales, una técnica con la que trabajan exitosamente muchos Arquitectos de información.

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