viernes, 24 de septiembre de 2010

Transición: códigos de barras a hiperautomatización RFID

Etiquetado RFID en la Universidad de Waterloo (2)
(http://www.lib.uwaterloo.ca/staff/isig/images/rfid.jpg)

La transición de las bibliotecas a RFID comenzó hace varios años. Las bibliotecas pioneras ya tienen más de cinco años usando esta tecnología y algunas ya cumplen o están cercanas a cumplir los 10 años. Sin embargo, en estos momentos, en el inicio de la segunda década del milenio, es que realmente RFID comienza a desplegarse de un modo tal que el paradigma de la hiperautomatización de bibliotecas se orienta hacia la madurez. En algunos países, como en el Reino Unido, donde las bibliotecas le compiten al fútbol como pasatiempo, se ha venido incrementando la velocidad de adopción en numerosos programas. Uno de estos proyectos, por ejemplo, el del sistema de bibliotecas públicas de Hertfordshire (1), comenzó a instalar sistemas de autopréstamos RFID en todas las 47 bibliotecas del condado, comenzando a partir de septiembre de 2009, a una tasa de una por semana. Pero en este “post” queremos referirnos a la transición, que muchas veces es más lenta, y en la que en la biblioteca conviven las etiquetas RFID de la hiperautomatización con los códigos de barra de la automatización.

Para una biblioteca que se inicia, es siempre más fácil adoptar una nueva tecnología. Para una biblioteca ya establecida, las decisiones de la migración son más complicadas por las implicaciones en recursos y en tiempo que lleva consigo cualquier migración tecnológica. Por otro lado, aunque los códigos de barras son menos eficientes que las etiquetas RFID, algunas bibliotecas que operan con ellos se mantendrán, por algún tiempo más, usando códigos de barras por distintas razones y a sabiendas de las limitaciones de esta tecnología óptica que obliga a que los lectores tengán línea visual para poder trabajar. La buena noticia es que, con ciertas limitaciones, estas bibliotecas pueden adecuar los nuevos esquemas de la hiperautomatización a su realidad. Esto es importante porque el mero etiquetado de los libros puede durar un tiempo considerable: varios meses e incluso más de un año.

Para facilitar en forma práctica la migración a la hiperautomatización, en todos los casos, hay sistemas bibliotecarios modernos donde se proporcionan soluciones en las que pueden convivir las etiquetas RFID con las etiquetas con códigos de barras. Este esfuerzo se integra con el de los fabricantes de equipos lectores de RFID que, por su parte, construyen también equipos híbridos que permiten leer con un mismo dispositivo un código de barras o un código RFID, aún pensando que los esquemas de lectura de ambos tipos de códigos son completamente diferentes.

Esto es interesante porque significa que una biblioteca automatizada con códigos de barras puede ir moviéndose de forma práctica desde la automatización hacia la hiperautomatización. Los dispositivos portátiles que en este caso usa el personal de la biblioteca (Ver “En las manos del bibliotecario”) pueden leer con un botón los códigos de barras actuales y con otro botón las nuevas etiquetas RFID de modo que, sin interrumpir el servicio, puede hacerse, como en efecto se hace en muchos sitios, el etiquetado RFID usando una estación móvil entre las estanterías. De esta forma se aborda en forma práctica el etiquetado RFID cuando se sobrepasan las decenas o centenas de miles de ejemplares y se contesta así, afirmativamente, una pregunta siempre presente: ¿Se pueden aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías mientras todavía no hay una porción significativa de la biblioteca etiquetada con las nuevas etiquetas de radio frecuencia?.


Mas información:

  1. Sobre el proyecto de las bibliotecas públicas de Hertfordshire puede verse en: el artículo de Claire Swedberg, “In the U.K., Libraries Switch to Self-Serve”, RFID Journal.
  2. Sobre la transición a RFID en la Universidad de Waterloo puede verse en la Web del personal de esta biblioteca.
  3. Sobre procesos de transición en las bibliotecas hiperautomatizadas puede verse el libro La biblioteca hiperautomatizada


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